En medio de un paraje natural del Suroeste de Mallorca próximo a la costa, esta casa formada por tres construcciones unidas entre sí mediante jardines y terrazas en distintos niveles se abre a las vistas que ofrece la propia finca, que incluye un bosque mediterráneo, plantaciones de almendros y olivos y una cueva natural subterránea.
Una interpretación contemporánea y sofisticada de la arquitectura tradicional mallorquina, el amor por el detalle en el diseño de todos los elementos, espacios sobrios, generosos y abiertos entre sí y el uso de materiales naturales logran una buena integración con el paisaje y maximizan la sensación de confort, haciendo de esta casa un oasis de calma y privacidad.
Infografías: CROQUIS 3D